*Denominación en trámite

martes, 3 de junio de 2008

Ignacio Sanz, recreador de las tradiciones verbales, en el Aula Abierta de Folklore de IE Universidad



El ceramista, poeta y estudioso de las artes orales populares, Ignacio Sanz, que durante nueve años ha venido organizando el Festival de Narradores Orales en Segovia y que también organiza acontecimientos similares en El Espinar y Cuéllar, puso el broche de oro a las sesiones de charlas y conferencias del Aula Abierta de Folklore de IE Universidad con una original aportación centrada en la labor recreadora de la tradición oral.

Sanz comenzó su charla con una cita de Antonio Machado al expresar que “lo que no es tradición es plagio”, marcando de este modo con claridad los diferentes parámetros de la creación popular y de la culta. Pero también recordó que el poeta García Lorca, que bebió la inspiración popular de su propia madre, consideraba que el folclore era algo adecuado para crear. Este prolegómeno sirvió para introducir al público a su rica labor recreadora de la tradición verbal hispánica. Al defender la tradición, Sanz no se muestra partidario de la idea de algo puro que sobrevive del pasado y que hay que conservar congelado en museos, sino que defiende la mezcla de elementos culturales. La cultura popular se transmite en variantes, y esto es efecto de la capacidad creadora del ser humano.

Sanz deleitó al público con una buena colección de retahílas infantiles, dichas casi sin pausas entre ellas. Afirmó que el niño que se alimenta de estas tradiciones durante su etapa mágica, que dura hasta los siete años, tendrá una vida más creadora y mayor arraigo en su cultura y su lengua. Al crecer se adoptan formas más complejas de transmisión cultural. A través de las coplas cantadas en jotas, por ejemplo, se presenta una visión del mundo popular, a veces muy irónica (y Sanz cantó varios ejemplos de coplas picantes y satíricas). La picardía unida a la medida y al ritmo también creaba sinergias entre vendedores y compradores en los mercados cuando se cantaban los pregones, cosa que ha caído en desuso.

Sanz aludió también al romancero, sin duda el mayor orgullo de la literatura española y el mejor regalo de España al mundo. Él ha recogido textos de esta tradición, pero también ha participado activamente en ella, pues los ha recreado y transmitido. Cantó un poema narrativo satírico en redondillas sobre el agua bendita de unos frailes, que fecundaba a las mujeres estériles, también un romancillo sobre una boda en la que participan diversos productos de chacinería. Explicó cómo la relación de Segovia con los cochinos data de tiempos de su fundación por Hércules, y también centrándose en Segovia narró un romance por él creado sobre la noche de bodas del rey que más quiso a esta ciudad, Enrique IV.

Habló de las fiestas de quintos de Otero de Herreros, de sus ritos y de los personajes que en ellos intervienen, centrándose en el papel que desempeña el gallo y su relación con la identidad masculina. Atraído por la veleta en forma de gallo de una torre románica, ofreció un romance sobre don Juan de la Varga. También deleitó al público, usando la forma de recitar de antes, con ayudas visuales, al ofrecer un romance sobre un bandolero segoviano del siglo XIX, el Tuerto del Pirón.

De su labor recreadora de la tradición cuentística, ofreció al público asistente, un cuento sobre Noé, el cuervo y Dios, y otro de tema odiseico sobre una niña huérfana que cortaba ramas en el bosque y que se encontró con un gigantón de un solo ojo que la raptó... Y entre cantos y cuentos llegó la hora de cerrar las sesiones de charlas y conferencias del Aula Abierta de Folklore de IE Universidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Siento no poder asistir a las charlas, pero la distancia a la que me encuantro es mucha. Mis feliciataciones a Ignacio Sanz y mi agradecimiento a Juan Jose por los resumenes de las ponencias y noticias.

Félix Contreras